Estructura Judicial

La fachada de justicia:
Estructura y realidad de un sistema cooptado En teoría, el sistema judicial venezolano emana de la voluntad popular y su función principal es resolver pacíficamente los conflictos de la sociedad. Su estructura está conformada por el Tribunal Supremo de Justicia, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, órganos de investigación, funcionarios judiciales, sistema penitenciario, mecanismos alternativos de resolución de conflictos, ciudadanos participantes y abogados. Sin embargo, la realidad es diametralmente opuesta. En la práctica, el sistema judicial venezolano se ha convertido en una herramienta de control político al servicio de una dictadura. A través de él, se perpetúan actos de persecución contra quienes disienten, se fomenta la corrupción y se violan sistemáticamente los Derechos Humanos. Esta perversión del sistema judicial socava los principios fundamentales del Estado de Derecho, generando una profunda desconfianza en la ciudadanía. Bajo una apariencia de institucionalidad, el régimen ha cooptado todas las instituciones judiciales, desde los más altos tribunales hasta los juzgados de primera instancia. La falta de independencia judicial, la politización de las decisiones y la ausencia de garantías procesales han convertido al sistema en un instrumento de represión y control social.